Prólogo:
*Narra Jazmín*
Sonreía emocionada leyendo el final de mi libro
romántico, un buen final feliz al final del año no le hace mal a nadie.
Fr: ¡Mamá! (Venía ella caminando a paso lento y seguro
con sus largas y preciosas piernas, con una sonrisa y pequeños verdosos ojos
brillantes. Levanté ambas cejas al notar que traía algo en las manos)
J: ¿Qué sucede amor? ¿Todo bien? (Asintió y sonrió
mirándome)
Fr: ¡Aprobé con mejor promedio el primer trimestre! (Rió
contenta extendiendo su boletín y la abracé)
J: Oh bebe, estoy muy orgullosa de vos amor, no por tus
notas, ni por tu hermoso comportamiento, sino por lo hermosa persona que sos…
(Nos miramos una vez más y ella se apartó) Bueno, ahora ¿Qué vas a pedirme, eh?
(Ella rodó los ojos con humor)
Fr: ¿Cómo es que me conoces tanto? (Dijo acariciando su
nuca y sonreía tímidamente)
J: ¿Cómo es que te conozco tanto? ¡Y porque sos mi hija!
¡Saliste de adentro mío!
Fr: Si, si mami. Está bien, tenes razón…
J: ¿Qué queres Fresia? (Dije interrumpiéndola)
Fr: Quiero ir a la fiesta de mi mejor. Yo sé que vos vas
a dejarme, pero la cosa es…
J: ¿Papá? (La chica asintió con rubor. Negué) Yo
soluciono eso de tu padre… Ahora, ¿Cómo es eso de que sabes que yo te dejaría?
¿Y si la que dice que no soy yo? (Rodó los ojos y rió)
Fr: Oh vamos ma, sabes que no lo harías… (Reí)
J: Bueno, bueno… (Miré mi hora) Tus abuelos vienen en
una hora, cenamos y yo misma te llevo.
(Ella se acerca)
Fr: ¿Y papá? (Me mira, y la miro. Quiere irse antes, no
puede, no antes de la cena…) Mami…
J: No podes irte antes de la cena, necesito decir algo…
(No puedo decirle, ella no sabe guardar secretos)
Fr: ¡Oh Mamá! (Se quejó)
J: Vamos Fresia, hija necesito que estes en la cena…
(Miré nuevamente mi hora) Tengo que ir a buscar a tu hermano.
Fr: Pero mamá…
J: Fresia, ¡no! (Dije al fin y salí de la cocina hacia la
puerta) ¡Ojo con la puerta! Ya vuelvo.
~***~
Cuando llegaba a casa con mi hijo menor, Enzo. Sonríe el
chiquitín y yo me sonrío con él.
J: ¿De qué te reís eh…? (Dije agachándome a su estatura,
después de haber cerrado la puerta. Él reía cómplice, esconde algo ¿Tan
chiquito?)
E: ¡Mami tiene un bebe en la panza! (¿Qué?)
J: ¡Shhh! (Dije y miré hacia todos lados) Es un secreto,
de mami y vos ¿Si?
E: Ti mami. (El pequeño asintió.)
El otro día hablé con Manuel sobre otro hijo, y… Me
desconcertó saber que este no quería saber más nada. Pero… mi bebe ya estaba
dentro de mí. Quiero ver que dice cuando se lo diga en la mesa, hoy… ¡Chiquito
buchón!
Camino a paso largo por las escaleras, la música estaba
alta para el lado de la habitación de Fresia, pero la dejo, Enzo viene tras de
mí y pronto se encierra en su habitación sin explicaciones, estoy despistada.
Manuel no llega hasta dentro de un rato… Caminé hacia el
baño y mis lagrimones caían ¿mi hija escuchaba música melancólica? La pintura
se me corrió y mis lágrimas eran negras… Tenía miedo. ¿Cómo es que no quiere
otro hijo conmigo? Sé que es culpa mía, porque perdí la cuenta con la pastilla,
pero… Pero, es un hijo. Y él siempre me ama de esa manera en la que... Parece
querer todo conmigo aún… Me lavo la cara con rapidez en cuanto suena el timbre.
Abro la puerta con una sonrisa, sonrisa respondida por
ambos del otro lado, pero que se vuelve mueca de desagrado cuando mamá se
acerca a mí y se moja el pulgar.
J: ¡Hola ma, pa! (Dije y fruncí el entrecejo cuando ella
se acercó a mí) ¿Qué pasa ma? (Pasó su dedo húmedo bajo mi ojo derecho)
C: ¿Es rímel corrido por agua o lágrimas? (Me cuestionó.
Papá rodó los ojos y llamó)
S: ¡ARCE! (Gritó hacia afuera y negué. Oh el viene ahí, y
papá está enojado con él. Manuel sonrió llegando tras ellos con bolsas de
supermercado. ¿Cómo puede ser que esa persona hermosa que no olvida ningún
detalle de lo que pido, no quiera a nuestro bebe?)
M: ¿Sebas? (Lo miró pasando y caminando hacia la cocina
sin quedarse a saber)
C: Manuel, ¿mi hija estaba llorando? (Dijo ella con enojo
y yo rodé los ojos)
J: Me lavé la cara encima del maquillaje, ¡no exageren
por dios! (Me quejé y caminé hacia la cocina de la mano de mamá) No hagas esas
cosas, Manuel es un hombre maravilloso y no siempre tiene la culpa de que quizá
a veces me ponga mal… (Ella levantó una ceja)
C: Mira conmigo no te hagas la pelotuda y decime que es
lo que te pasa, que también fui mujer y sé muy bien cuando fue agua o Manuel.
J: ¿Por qué tenes que conocerme tanto? ¿EH? (Me quejé y
llegó Fresia, jamás adoré que interrumpiera en mi vida. Enzo llegó en brazos de
su abuelo, detrás de Fresia)
E: ¡Mami! (Me llamó y me extendí a alzarlo)
Fr: ¡Ma! (Me llamó y la miré) Mejor no lo alces, ¿no te
parece que ya está bastante grandecito? (Levanté una ceja) ¡Tiene cuatro años!
(Levanté ambas cejas y reí)
J: ¿Estas celosa? (Rodó los ojos) ¿Es enserio? (Negó)
Fr: Miren yo solo vine a saludar a mis abuelos preferidos
¿Ok? Pero se me hace que es grande, nada más… (Saludó a sus abuelos)
C: ¡Qué carácter mamita! (Rió)
S: ¡Brava la rubiecita esa! (Dijo y reí, reí con gracia y
tentada)
J: Si, es terrible, terrible hija de su padre es. (Reí y
Manuel ingresó por el umbral de la cocina)
M: ¿Mates de tarde noche? (Sonrió abrazando mi cintura y
me sacó a Enzo de los brazos) ¿Por qué seguís alzándolo? ¿No está bastante
grande mi hombrecito? (Dijo mirando a mi hijo y este asintió) ¿Si que…?
E: Ti papi.
C: ¿Qué voy a cocinar…? (La miré)
J: Que vamos…
C: Tch, tch. ¡Qué voy! (Sonrió y me señaló la pava con la
cabeza)
M: ¿Play? (Dijo Manuel y mi papá sonrió) Como siempre…
(Sonrieron y salieron) Mates entre mujeres ¡FRESIA! (La llamó y la chica bajó
rápidamente) Mamá y la abuela van a tomar mates, podes comunicarte por el
teléfono y estar con tu familia ¿Eh? (Volvió a rodar los ojos irritada)
Fr: Si…
M: ¿Si que flor?
Fr: Si papá. (Manuel la abrazó dándole un beso en la
frente y salió con Enzo en brazos, hacia donde siempre descansa la play, en el
living. Miré a Fresia, miré a mamá y luego puse la pava al fuego… que intenso)
J: La chiquita se va a una fiesta… Hoy en la noche.
C: Ahh por ahí viene la cosa, por eso tan concentrada con
el aparatejo… (Rió y la chica refunfuñó)
Fr: Si van a molestarme, me voy.
J: No te vas a ningún lado. Contale a tu abuela y a mí…
(Miré a mamá)
C: ¿Ay algún chico por ahí? ¿Pretendiente? (Reímos porque
la chica se puso de color escarlata al instante en el que nos miraba con ojos
extendidos) ¡Oh por favor! (Señaló la puerta, corrí hacia ella tentada y la
cerré)
Fr: No voy a hablar con ustedes. (Sonreí y asentí)
J: Vas a hablar si… Porque la abuela y yo queremos saber,
y porque siempre estás en mi poder… (Dije y señalé el reloj)
Fr: ¡Mamá! (Se quejó)
C: ¡Hablá! (Reímos un poco más)
Fr: Me gusta un chico sí. ¿Contentas? (Se quejó) Odio
esto, siempre me hacen lo mismo… ¬¬
J: ¡Lo sabía! (Reí)
C: ¿Y cómo vas a hacer para que Manu la deje? ¡Porque
tiene que ir! (Dijo su abuela apañadora y se me ocurrió la mejor idea)
J: ¡Sí! ¡Te lleva la abuela a “su casa”! (Reí y choqué
manos con mamá, es buena idea)
Fr: ¡Papá no es tarado! (Dijo y extendió el cuello con
ese aire de fuerte, de que lo sabe todo y se come el mundo. Mi pequeña con
carácter)
J: Tu padre esta acá. (Dije y señale la palma de mi mano,
no es tan así, pero eso se aparenta siempre) Asique yo siempre consigo todo
como lo quiero. Arma un bolso y andate, ¡gruñona! (Dije y le di un beso en la
mejilla)
Fr: ¡Ma! (Reí) Vemos después que pasa. (Dijo insegura.
Dios ella tiene un temperamento fuerte)
C: Ella sí que es dura, sacó mi carácter oculto. (Rió,
mamá es un dulce de leche, aunque la abuela siempre cuente que ella era
terrible de adolescente, que su temperamento era imposible y que siempre estaba
con caras largas. Adolescentes, todo un mundo)
J: Bueno…
C: Si, bueno. ¿Ahora si me vas a decir que es lo que
paso? (La mire insegura y asentí, es mi mamá, a ella tengo que decirle)
J: Manuel… (Suspiró)
C: Yo lo sabía. (La miré y asintió) Está bien, no te
interrumpo.
J: Estoy embarazada (Asintió) ¿Que…?
C: Ya lo sé, me di cuenta. (Levanté ambas cejas) Además
de que te cambió el cuerpo, estas distinta, más sensible y am, casi nunca
venimos a cenar Jaz… (Rodé los ojos)
J: Nosotros siempre vamos para allá por eso. (Levantó el
mentón) Bueno, me enteré hace una semana. Le pregunté a Manuel si quería otro
hijo, y dijo… (Me miró preocupada y sentí que mis ojos brillaban, pero no voy a
llorar) Dijo que no quería otro, que con dos era más que suficiente. (Mamá
frunció el entrecejo y me miró)
C: ¿Eso te dijo el muy imbécil? (Asentí)
J: Pero él no sabe que estoy embarazada, él solo… No se
imagina. (Mamá me abrazó)
C: Capaz, dijo que si era elección suya no lo buscaría,
pero los chicos siempre son buenas noticias linda. No te pongas mal, todo va a
estar bien, él va a tomar la noticia de la mejor manera.
J: Eso espero, porque si llega a abandonarme otra vez yo…
C: Yo lo mato mi vida, vos tranquila, que yo y tu papá lo
buscamos, lo matamos y lo resucitamos para que se haga cargo de esta hermosa
familia que tienen ¿sí?
J: Si ma… (Reímos y
seguimos cocinando)
~***~
En la cena, todos
terminábamos de comer, cuando Manuel se levanta de la mesa y va hacia arriba
disculpándose por levantarse. Poco después vuelve y llama a los chicos. Mamá sonrió
y yo miraba todo sin entender.
J: ¿Qué pasa? (Papá
me miraba con una sonrisa frunciendo los hombros asegurando no saber, y mamá
sonreía con alegría)
C: Ya vas a ver…
(Rió)
Mi esposo ingresó con
todo lo que hizo que mi corazón estallara. Una sonrisa y ojos húmedos se
aparecían en la escena en ese mismísimo momento
M: Acá, esta esa
respuesta que tanto necesitabas… Mi amor, estoy enamorado de vos, encantado con
tu sonrisa, con tu mirada… Cuando te veo cocinar, limpiar o simplemente tomar
un té, me siento un hombre completo, sos una mujer completa, sos inigualable,
irremplazable y sin vos yo me podría morir. ¿Cómo vas a dudar de nuestro amor,
de cuanto te amo, de que quiero todo con vos? (Dijo mirándome y acariciando mis
mejillas con sus manos, sus palabras me hablaban a los ojos, pero yo estaba
concentrada en esas palabras y en el verde de sus ojos)
J: Te amo.
M: Yo te amo. (Me dio
un pequeño beso) Ah, y nos vamos de vacaciones.
J: Pero es plena
época escolar.
M: Fresia está
dispuesta a dar libre en diciembre. (Mi niña asintió contenta)
J: No entiendo nada,
yo no quiero eso. Yo quiero que… (Me cayó con un beso nuevamente)
M: Vamos a tener un
hijo. El mejor regalo que podrías darme es un hijo Jazmín… ¿Cómo mierda vas a
dudar amor? ¿Eh? (Sonreí con lágrimas y mecí mi cabeza, él es un tonto. El
tonto que amo)
J: Vamos a tener un
hijo…
M: Otra vez… (Me alzó
por la cintura presionándome contra él y me dio una vuelta entera) Te amo
hermosa, sos increíble mujer, sos increíble.
J: No fue fácil de
creer… Me dijiste que no querías otro hijo con vos.
M: Estaba en idiota
ese día, quise hacerte una broma. Y me salió mal, me molestó más que causarme
gracia. (Decía con los ojos brillantes. Enzo se colgó de mi pierna y Fresia
traía rosas, rosas rojas… Mis favoritas.)
J: ¿Todo lo sabían?
Gracias mi amor. (Tomé el enorme ramo de rosas y sonreí a Fresia, la abracé y
la chica me miró)
Fr: Todo lo sabemos…
Enzo casi nos descubre a todos. Te lo dijo hoy, yo lo llame para que viniera
conmigo. Sino ya sabrías que sabemos. (Se rieron. Mamá me abrazó y papá me
felicitó abrazándome)
E: ¿Mami? (Lo
observé) ¿Podemos comer ya?
Nos reímos y pronto
volvemos a sentarnos para comer, obviamente entendí porque no puedo alzar más a
mi hijo, no porque esté grande, sino por su peso, ya no puedo hacer esfuerzos,
mi familia me cuidaba… En ese momento supe cómo es todo…
Ellos sonreían,
comían, se quejaban, peleaban, y volvían a reír. Ahí fue cuando supe que,
estando junto a ellos, junto a mi familia, puedo soportar cualquier Golpe de la Vida porque ellos me
reconfortan, me renuevan, me reviven día a día con tan solo una sonrisa, con
una mirada, con una caricia… Mi familia.
Muchísimas Gracias Chicas, una vez mas, muchísimas gracias por perseguirme, por apoyarme, por alentarme, un placer haber escrito esta historia y va a ser un placer finalizar cada una de mis historias, gracias y mil gracias.
J. Belén Gonzalez.